Con la llegada de la primavera, hemos iniciado los muestreos de campo para el seguimiento de la biodiversidad. En este caso, se han realizado los seguimientos de:
- Coleópteros saproxílicos: mediante trampas de intercepción de vuelo, para conocer sus picos de emergencia y las especies presentes.
- Comunidad de aves: mediante estaciones de escucha, para la mayoría de las especies.
Acciones específicas para:
- Urogallo: se han realizado batidas y localización de cantaderos.
- Mochuelo boreal: se han colocado cajas nido y revisado su ocupación, a la espera de un seguimiento más específico previsto para 2025.
- Comunidad de murciélagos: mediante la instalación de cajas nido y la revisión de su ocupación.
- Hormigas: con capturas reducidas (2-3 individuos por hormiguero) para determinar su relación “parental” entre hormigueros.
- Flora vascular: inventario de toda la vegetación presente en parcelas de 100 m².
- Madera muerta: medir todas las piezas de madera muerta, tanto en pie como en el suelo, dentro de las parcelas de muestreo.
- Biodiversidad edáfica: muestreo de suelos y, mediante metabarcoding, identificación de sus comunidades más relevantes.
- Índice de Biodiversidad Potencial (IBP): sistema que permite evaluar la biodiversidad “ordinaria”, facilitando su conservación y mejora en ecosistemas forestales gestionados.
También se han iniciado los inventarios dasométricos, elementos clave para un buen conocimiento del rodal y para diseñar adecuadamente las cortas de mejora en las masas gestionadas con criterios de silvicultura próxima a la naturaleza.